Tengo una hermana que se llama Tolola, es pequeña y muy divertida. Así comienzan todos los capítulos de mis dibujos animados preferidos. No son los que veía en mi niñez, de hecho no sé si por aquellos años existían. En español se llaman: Juan y Tolola, traducidos extrañamente del inglés Charlie y Lola. Me gustó descubrirlos con mi hijo de dos años y ahora estoy enganchada.
Tolola es una niña a la que le gusta hacer cosas diferentes a lo que se supone que debe hacer, y su hermano Juan no se cansa de explicarle por qué debe hacerlo de otra forma. Supongo que es complejo de hermana mayor, pero me gustan porque Tolola es muy imaginativa y siempre encuentra la forma de ver la parte divertida de las cosas más triviales de la vida, algo que en ocasiones se nos olvida. Tengo un amigo que dice que sólo la gente con la mente abierta es capaz de ver ese lado de las cosas. Propongo que todos hagamos como Tolola, por muy infantil que suene, seguro que lo pasaremos mucho mejor y haremos más felices a los que nos rodean.
1 comentario:
Ver lo divertido en lo trivial es fantástico pero más aún es ver lo divertido de lo serio.
Hay gente capaz de ver la cara oculta de la Luna y otros sólo serían capaces de decir si su luz crece o mengua. Infelices.
PD: tu amigo, al que nombras habitualmente, parece un tio con dos dedos de frente (y no me refiero al tamaño de su cabeza, claro).
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