En una conversación trivial me he dado cuenta de que la educación sexista sigue estando presente a estas alturas de nuestra evolución. Comentaba con mis compañeros de mesa y mantel (estábamos almorzando en una cafetería muy agradable de la costa de Huelva) que en casa de unos amigos sólo habían coches y balones como juguetes para sus hijos. La respuesta inmediata fue: es que tienen dos hijos (varones, por supuesto) y yo respondí que yo tengo un niño también y en su cuarto de juegos puedes encontrar una cocinita y "cacharrines" como a él le gusta denominarlos.
Entonces la conversación se convirtió en un conjunto de perjuicios enhebrados en diversas frases, que me llevaron a pensar que por mucho que en los colegios se enseñe (al menos así me consta en el nivel de Educación Infantil) que las tareas de la casa y el cuidado de los niños son temas que competen a ambos sexos, en la mentalidad de la gran mayoría sigue reinando la idea de que a los chicos no se les regalan cocinitas y muñecos y a las chicas no les interesan los coches (aunque finalmente una gran mayoría conducimos y en algún lugar he leído que mejor que algunos hombres).
Así que esa frase de que ellos no se hacen responsables de las tareas de la casa y lo relacionado con los niños (tan hijos de unos como de otras) va a seguir en vigor al menos por unos años. La clave esta en las nuevas generaciones pero si los padres de las nuevas generaciones no hacen nada por cambiar algo difícilmente habrá cambios. Lamento que esos prejuicios sigan existiendo.
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